Representantes del escepticismo antiguo

Pirrón
Pirrón nació en Elis, en Peloponeso, en el 360 a.C. y murió en el 270 a.C. Estuvo primariamente en relación con Brisón de Heráclea. Anaxarco de Abdera lo inició en el atomismo, al que daba un sentido práctico, como medio para hallar la felicidad. Acompañó a Alejandro en su expedición a la India; se distinguió por su sencillez y austeridad. No escribió nada.
Hacia el año 330 a. C., "años antes de la fundación del Liceo, abrió escuela en Elis, fue muy estimado por sus conciudadanos que lo hicieron gran sacerdote de la ciudad."
Pensamiento. "Enseñó que la razón humana no puede penetrar hasta la esencia íntima de las cosas. Lo único que podemos conocer es la manera como las cosas aparecen ante nosotros." Por lo tanto, de nada podemos estar ciertos, y el sabio debe abstenerse de juzgar.
No podemos fiarnos ni de las percepciones sensibles ni de la razón. No se debe admitir alguna afirmación teórica. Guardando estos principios se consigue la tranquilidad del alma (ataraxia).
La preocupación de Pirrón no era la del mundo físico, era la virtud y la felicidad, como también la crítica dialéctica de las opiniones contrarias.
La doctrina de Pirrón se puede reducir a lo siguiente: "No hay nada bueno sino la virtud, ni malo, sino el vicio. La felicidad consiste en la paz y la tranquilidad del alma, todo lo demás es indiferente."


Carnéades
Nació en Cirene en el 214 a.C. y murió en el 137 a.C. Discípulo de Hegésinos y del estoico Diógenes de Babilonia. Fue un orador vigoroso, dialéctico crítico implacable del dogmatismo de los estoicos, carismático. En un discurso a favor de la justicia causó gran impresión sobre la juventud, hasta el punto que Catón el viejo rogó al Senado que lo expulsara. Es el fundador de la tercera academia escéptica.
Pensamiento. "Seguidor de Arcesilao, Carnéades enseñó que el conocimiento es imposible y que no existe criterio alguno de verdad."
Carnéades trató de excluir toda noción absoluta, apoyándose nada más que al aspecto crítico y negativo, al relativismo, al probabilismo y a la verosimilitud.
"No hay ninguna doctrina que sea verdadera y cierta en sí misma. Todas tienen solamente parte de verdad, y esa parte es suficiente, para fundamentar la acción ateniéndose a la probabilidad."
Carnéades comprendió que la suspensión total del juicio es imposible y elaboró la teoría de la probabilidad que abarca diversos grados y , es a la vez, necesaria y suficiente para la acción.
La influencia de Carnéades va hasta el siglo I d.C., expresada en particular en la mentalidad de Marco Tulio Cicerón.



Sexto Empírico
Nació en Grecia en el año 200 d. C., vivió en Alejandría y Roma. Es uno de los principales representantes del escepticismo antiguo, considerado como neopirrónico y seguidor de Enesídemo. Además fue médico.
Se conocen las opiniones de los escépticos por medio de resúmenes, explicaciones argumentadas por Sexto en sus obras, las cuales constituyen una de las fuentes capitales para el conocimiento antiguo. "Algunos historiadores consideran a Sexto como un compilador poco sitemático."
Sus obras conservadas son "Los bosquejos pirrónicos", en tres libros; también se conocen: La obra contra los dogmáticos, La obra contra los profesores (matemáticas).
Pensamiento. Es con Sexto Empírico que se da la última etapa del escepticismo antiguo en la forma de empirismo que desarrolla la lógica fenomenológica. "Así nace una ciencia positivista, ni Hume ni Comte han inventado nada realmente".
Sexto sostiene que debemos suspender el juicio porque tanto la afirmación como la negación son igualmente persuasivas. No hay criterio de verdad, las demostraciones son relativas, la causa es incapaz de explicar los hechos. La única actitud racional es la abstención de todo juicio, sólo así se logra la libertad del espíritu, pues no se sujeta a ninguna escuela o dogma. Pretendía Sexto que el escéptico debiera ser ante todo un observador, un buscador y cuestionador que no niega ni afirma nada, teniendo en cuenta que el escéptico no pretende negar la realidad, pero sí los juicios sobre la realidad.
Los argumentos más conocidos de Sexto se encuentran en los llamados "tropos", en el octavo tropo Sexto dice: "Todas las cosas son relativas, nos vemos obligados a sus pender nuestro juicio sobre lo que son absolutamente y por naturaleza."
Sexto está tan seguro de que todo es relativo, que al respecto expresa con fuerza: "Aquél que niega que todo es relativo, confirma que todo es relativo, ya que muestra que la proposición misma "todo es relativo" es relativa a nosotros, que no es absoluta, por que él nos contradice."
En los tropos también se encuentran los argumentos contra el silogismo, contra la noción de causa y contra la idea de providencia. En los argumentos contra el silogismo declara que la conclusión silogística representa un círculo vicioso. En los argumentos contra la noción de causa afirma que si la causa es una relación, no puede existir objetivamente. En cuanto a la providencia Sexto destacaba las antinomias cosmológicas (como la posibilidad de ser Dios finito o infinito) y las antinomias morales (Como la contradicción entre la perfección divina y la existencia del mal).
Finalmente dice Sexto: "Los tropos liberan al espíritu como un purgante libera al intestino evacuándose a sí mismo. La conclusión no es pues "yo no se nada", sino mas bien "yo me abstengo (de juzgar), examino, busco", o, mejor aún "qué es lo que se ?, fórmula de la que hizo su divisa Montaigne."


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